París 2024 cuenta sus horas para dar el pistoletazo de salida. La capital francesa refuerza su perímetro de seguridad con más de 45.000 agentes en los puntos principales de la ciudad a dos días de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, prevista para este viernes.
El mundo del deporte ya pone su foco en París, donde este miércoles comenzará las primeras competiciones oficiales de los Juegos Olímpicos de París 2024. La capital francesa ya tiene todo preparado para que el mayor acontecimiento deportivo cobre vida.
A dos días de la ceremonia de apertura en el río Sena, las autoridades francesas refuerzan el perímetro de seguridad en los principales puntos de la ciudad. Más de 10.500 atletas y millones de aficionados se congregan desde esta semana en la localidad parisina para disfrutar de unos Juegos Olímpicos que volverán a contar con público tras las restricciones de su anterior edición en Tokio debido a la crisis sanitaria.
Un código QR para residentes y trabajadores en el corazón de París
Un exigente control policial impide al acceso a los principales puntos emblemáticos de la ciudad para turistas, personas no acreditadas o que no posean el código QR. Un mecanismo que permite a residentes y trabajadores de la zona poder circular por las inmediaciones de sitios cercanos como la Torre Eiffel o el Museo del Louvre. Los peatones o ciclistas pueden transitar por esta zona con el código QR correspondiente, un pase digital obligatorio para las personas mayores de 13 años y aprobado previamente tras una investigación administrativa.
Desde el pasado jueves 18 y hasta el próximo lunes 29 de julio, más de 45.000 agentes controlan las zonas denominadas ‘grises’ o ‘rojas’ en un fuerte operativo antiterrorista denominado “SILT” (Seguridad, Inseguridad y Lucha contra el Terrorismo) o “gris” situado a lo largo del Sena y en sus alrededores. Por su parte, la zona roja está prohibido el tráfico motorizado.
París blinda sus calles para ofrecer una mayor seguridad en unos Juegos Olímpicos que sorprenderá al mundo con una inédita ceremonia inaugural que, por primera vez, no se realizará en un estadio sino en un río.