De ver jugar a su padre al fútbol a soñar con ser periodista deportiva. Hablamos con Esther Collado, periodista de Tribuna Deportiva, entre otros medios como À Punt o Deportes Cuatro, Directora de ‘El Partido de Tribuna’, siendo la primera mujer en España en dirigir retransmisiones de radios oficiales. Sus inicios, sus sueños y su experiencia como periodista y fisioterapeuta, en esta nueva #EntrevistaMSP.
Por Matías Sartori
Descansa sobre los pies de la Sierra de Onil una comarca donde, un puñado de más de 7000 habitantes, proyectan sus sueños día a día. El ocaso tiñe entre sus montañas algún potrero de tierra con sus rayos dorados donde se celebra un partido del fútbol regional de otra época. En sus gradas, una inquietante sensación de alegría zarandea el cálido corazón de una niña que antes aprendió a alentar a su padre futbolista que a caminar. Ella no lo sabe, pero años más tarde entenderá que es el partido más importante de su vida. No recuerda el resultado. Ni quien marcó los goles. Ni cómo iba la clasificación. Ni tampoco las reglas de aquel deporte que comenzaría a tatuarse en la retina de sus emociones. Las botas de fútbol -con tacos- descansan en sus diminutos pies como las casas de su pueblo lo hacen con la sierra, que por entonces agudiza su ocaso al tiempo que su pasión deportiva se instala para siempre en la tribuna de su interior. Su tribuna deportiva en la que alienta, hasta la actualidad, a su padre Antonio Collado.
Aquella pequeña Esther, con el título de periodista y fisioterapeuta bajo el brazo, aparca su móvil en una misión más complicada que aparcar el coche en la calle Jesús de Valencia, en plenas Fallas. Pero el entorno de la cafetería ‘Dulce de Leche’ contribuye a la causa. Allí, nos concede un hueco de su agenda para disfrutar de su historia. Una historia que nos lleva de Onil a Murcia, pasando por Madrid hasta llegar Valencia. Un serpenteante recorrido que une dos carreras, tiene un punto de salida profesional en el boxeo y su esperado aterrizaje en el fútbol, ese deporte que tanto le ha marcado.
“Yo creo que desde muy pequeña empiezo a conocer lo que es el valor del deporte por mi familia. Mi padre, Antonio Collado, jugó al fútbol durante muchísimos años y por una lesión de rodilla no pudo continuar. A mi padre lo llamó el Atlético de Madrid para hacer pruebas. Aquello quedó en que no pudo de ser”, nos revela.
Un ‘no pudo ser’ que, quizás como esas intenciones que los hijos intentamos realizar para homenajear a nuestros padres, terminamos haciendo a nuestra manera. No lo tiene claro, pero sospecha que algo tuvo que ver la lesión de su padre con su primera carrera: fisioterapia. Aunque sí está más convencida que la carrera deportiva de Antonio está directamente relacionada a su segunda vocación, el periodismo. Al menos, así lo demuestra aquellas pequeñas botas de fútbol que tenía de pequeña y el primer balón de su padre que exhibe, con orgullo y nostalgia, en su escritorio.
“El tema del fútbol es algo que me gusta desde siempre. Tengo mis primeras botas de taco en la oficina con el primer balón de mi padre. Eran unas botas pequeñitas, de tacos, porque yo quería botas de tacos cuando tenía dos años, con las que iba a ver a mi padre a los campos antiguos de tierra. El fútbol siempre ha estado en mi casa presente. Soy de un pueblo muy pequeñito que se llama Onil donde hay mucha cultura de fútbol, basket, atletismo, bádminton, entre otros deportes. Allí tenemos una filosofía deportiva muy especial y donde te inculcan el deporte desde pequeñita”.
¿Qué significa el periodismo deportivo en tu vida?
“Mi vida sin deporte es como no tener filosofía de vida. Para mí ir a un evento deportivo o un estadio es como Disneyworld. El deporte me encanta, y el fútbol me apasiona porque viene de mi padre. La vida me fue llevando al periodismo deportivo. Yo primero estudié fisioterapia, soy fisioterapeuta, estudié en Murcia porque en Onil es muy pequeñito. Yo siempre tuve el deporte muy presente y estudié primero fisioterapia y me fui a Madrid a hacer las prácticas. Por casualidades de la vida, comencé a trabajar en televisión a hacer programas de entretenimiento. En aquel momento, comenzaron a necesitar mujeres para trabajar en ‘Marca TV’ en aquella generación de las Sara Carbonero, Melissa Jiménez, Lara Álvarez, todas coincidimos en aquel momento. Entonces, comencé a estudiar periodismo porque necesitaba esos conocimientos de cómo cubrir un evento, tipos de redacción, etc. Y ahí empecé a estudiar periodismo a distancia”.
¿Cómo recuerdas tu primera experiencia como periodista?
“Necesitaban a una periodista que cubra las veladas de boxeo en directo. Tuve una semana y media para prepararme bien toda la información de boxeo, la velada, las entrevistas, y así empezó mi primera cobertura como periodista. En una velada de boxeo. Y mi primera entrevista fue a Javier Castillejo. Me encantó esa primera experiencia. En ese momento, a pesar de estar muy contenta cubriendo boxeo, intenté buscar cubrir esos deportes que más te gusta que, en mi caso, son el fútbol, basket, bádminton”.
¿Cuáles fueron las entrevistas que más recuerdas?
“Justamente, en aquella primera gala de boxeo, entrevisté a Javier Castillejo, ocho veces campeón del mundo y seis veces campeón de Europa. Fue una entrevista que recuerdo mucho. También recuerdo otras entrevistas que me marcaron mucho como la de Vicente Del Bosque que recuerdo que durante un tiempo me ha costado poder entrevistarle y, finalmente, pude conseguir unas declaraciones”.
¿Qué significa ser periodista?
“Para mi ser periodista es mi pasión, mi vocación, es mi día a día. Es transmitir, es comunicar. Me encanta ser los ojos de la gente que no puede estar en el campo. O poder contarle detalles a los que están siguiendo el partido. Contar emoción. Contar lo que estás viviendo. Para mí ser periodista es sentirme libre. Me hace sentirme yo misma. El periodismo, la comunicación, hablar a través de un micrófono… es algo emocionante.
Hay días más bonitos de emociones y otros no tantos. Para mí, todas las personas deben tener su familia, sus amigos, su vocación, su profesión y eso es lo que te hace sentir lleno. Me siento una afortunada. Aunque lo he buscado. A veces te dicen ‘qué suerte tienes’ y para nada. Yo he llorado muchas veces y he trabajado mucho. Yo he ido a Madrid sin nada y dejar todo. Para mí eso es esencial”.
¿Cómo ves el periodismo actual?
“Veo que el periodismo le falta verdad. Está muy manipulado. El periodismo libre es una cosa que ya no se ejerce prácticamente. Es una profesión en la que, muchas veces, hay que pagar un peaje y yo no estoy de acuerdo con eso. Yo estoy en ‘Tribuna Deportiva’, haciendo un periodismo absolutamente libre, sin ninguna mano encima y ninguna editorial encima que nos condicione. Nuestra filosofía de trabajar es hacer un periodismo libre, un periodismo para transmitir lo que ves procurando que no haya intermediarios entre lo que está pasando y lo que le llega a la persona. Se trata de contar la verdad. El periodismo está degradado. Me gustaría que el periodismo estuviera más sano”.
Echando la mirada atrás, ¿qué le dirías a aquella Esther Collado que soñaba con ser periodista?
“Yo le diría que durante el camino no tuviera tanto miedo. Tanto miedo a ‘meter la pata’, a estar condicionada. Durante mucho tiempo he buscado ser yo misma hasta que te das cuenta de que, en algún momento, si le molestas a alguien es porque sencillamente no le vamos a gustar a todos.
Como mujer periodista el camino que he tenido en esta carrera es más difícil. Los errores hemos visto que se pagan más caros. Hay periodistas que se las ha machado por algún error y, oye, somos todos humanos. Ese condicionamiento yo lo he tenido. Y me diría a mí misma: ‘oye Esther, mete la mata 20 veces más, no tengas miedo de hacer las cosas mega correcta porque desapareces, alza la voz’. La voz de la mujer dentro del periodismo deportivo no es un tono de voz femenino ‘masculino’, es un comunicador o comunicadora más”.