España derrotó a Suecia este domingo en Estocolmo (36:39, 22:18 en el descanso) en el partido por el tercer puesto del Campeonato del Mundo 2023. Los Hispanos, con un brillante segundo tiempo, remontaron el partido y se colgaron la medalla de bronce, como ya hicieran el Malmö en 2011 y en Egipto en 2021. De esta manera, la selección suma su quinta medalla mundialista, después de los oros de 2005 y 2013. Además, esta medalla supone que España, como tercer clasificado del Campeonato del Mundo, participará en el torneo preolímpico que da acceso a los Juegos Olímpicos de París 2024, a expensas del resultado del Campeonato de Europa 2024.
Los primeros minutos se sucedieron en un copioso intercambio de goles en el que ninguno de los dos equipos parecía hacerse con el mando del encuentro. Hampus Wanne, Albin Lagergren y Max Darj castigaron a la zaga española en el repliegue, superando a los Hispanos en el uno para uno. Jordi Ribera introdujo en la lista a Imanol Garciandia, muy activo en los primeros minutos asistiendo a sus compañeros. También Joan Cañellas, preciso con su lanzamiento exterior, mantuvo la anotación española a la par de la sueca. España echaba en falta ajustar su defensa para fluir en ese juego de garra y velocidad que tan buen resultado da a la selección.
Suecia sí logró cerrar su portería, bien por lanzamientos errados de España, bien por las paradas de Tobias Thulin, lo que le permitió castigar a los Hispanos al contragolpe y conseguir una valiosa renta de tres tantos (16:13). Con esa desventaja y tras una exclusión a Jorge Maqueda, Ribera detuvo el tiempo para llamar a capítulo a los suyos. El desgaste físico marcó un primer tiempo con una anotación muy alta, en el que los pequeños detalles -exclusiones, paradas, pérdidas- permitieron a los anfitriones irse a vestuarios con cuatro goles de ventaja (22:18).
Pero los Hispanos nunca se dan por vencidos, sean cuales sean las circunstancias. España cambió por completo el choque tras el descanso. Las paradas de Rodrigo Corrales, que entró para sustituir a Gonzalo Pérez de Vargas, dieron alas a los españoles para recortar distancias en los primeros envites. Zarpazo a zarpazo, los Hispanos, fruto de la mejoría en el trabajo defensivo, se acercaron en el marcador hasta lograr el empate en el minuto 35 (23:23). Saltaron las alarmas en el banquillo de Glenn Solberg, que detuvo el reloj. Pero Corrales y la maraña de brazos españoles evitaron la reacción sueca. No perdonaron los hombres de Ribera, que le dieron la vuelta al marcador con un parcial de 1:7 en 8 minutos (23:25).
Se frenó el ritmo del partido en los minutos sucesivos, con España manejando los tiempos del duelo. Adriá Figueras, colosal en los seis metros (9 goles de 9 lanzamientos), se convirtió en un dolor de cabeza para la zaga escandinava, que abandonó la intensidad del primer tiempo. De esta manera, España llegó al último tercio de partido con un colchón de tres goles (30:33) y unas excelentes sensaciones sobre el 40 por 20. Con un Corrales inmenso y Pérez de Vargas ayudando en los siete metros, la selección española supo mantener su ventaja con el paso de los minutos.
Tensa atrás, concentrada en el juego y quirúrgica en ataque, España se gustó en los minutos finales, en los que controló a la perfección el tempo del partido. Ángel Fernández, incisivo desde la izquierda, sentenció el duelo con varios rejonazos al contragolpe. Poco pudo hacer Suecia, a la que sólo trató de levantar el infalible Hampus Wanne, finalmente designado MVP del partido, galardón que recibió de manos del presidente de la Real Federación Española de Balonmano, Francisco V. Blázquez. Los Hispanos, desatados, se sabían ganadores. Sin mayores contratiempos, la selección puso la puntilla para colgarse el bronce en el Tele2 Arena de Estocolmo.
Fotografía: IHF / RFEBM